martes, 29 de septiembre de 2009

PROTECCIÓN CONTRA EL CÁNCER

Es una enfermedad grave ocasionada por la multiplicación de células en forma desordenada y anormal, originando tumores malignos que tienden a expandirse fuera de su origen.Hay factores genéticos que predisponen a contraer esta enfermedad, y sustancias químicas, que pueden originar sobre todo cáncer de pulmón, lo mismo que el tabaco. La exposición prolongada al sol y las camas solares pueden dar lugar a padecer cáncer de piel. También pueden ser provocados por virus o traumatismos. Por ejemplo, no conviene friccionar ni tocar demasiado los lunares y verrugas. Otro factor son las radiaciones.Prevenir el cáncer no es tarea sencilla pero vale la pena evitar fumar, beber alcohol, sobre todo en exceso, protegerse en caso de estar expuesto a radiaciones o a la inhalación de sustancias químicas por motivos laborales, no exponerse al sol en horas pico, y hacerlo en forma gradual, y erradicar el uso de camas solares.Pero en cuanto a prevención se refiere, un tema importante lo constituye la dieta. Ya sabemos a través de los distintos artículos publicados en esta sección “Vida Sana” la importancia de cada alimento para nuestra salud. Especialmente una dieta vegetariana es muy importante para la prevención del cáncer.Entre los alimentos más recomendados están el brócoli, los tomates cocidos, las lentejas, los porotos de soja, la harina de soja, la calabaza, todas las verduras de hojas verdes, las frutas, y el arroz integral. Las mujeres chinas, por ejemplo, con dieta vegetariana, desarrollan un índice mucho menor de cáncer de mama.Para apoyar investigaciones ya comprobadas sobre la virtud de la dieta vegetariana en la prevención y el retardo de expansión de la enfermedad, se realizó un nuevo estudio que comprendió a 60.000 personas que efectuaron científicos de Nueva Zelanda y Reino unido, y que se publicó en “La Revista Británica de Cáncer”.Allí se demostró que consumir vegetales protege contra ciertos tipos de cáncer como el de sangre (cáncer del sistema linfático y leucemia), estómago, médula ósea, y vejiga. En el cáncer de sangre por ejemplo, el porcentaje de los vegetarianos de sufrir la enfermedad se redujo a un 45 % con respecto a los que llevaban una dieta carnívora, y en el de estómago, la reducción fue del 30 %.No se comprobó si la razón es que los vegetales protegen contra estos cánceres o las carnes serían las causantes de virus o mutaciones.En los cánceres de colon y recto, en este estudio, no se observaron diferencias entre vegetarianos y no vegetarianos.

miércoles, 9 de septiembre de 2009

EL ESTILO DE VIDA MACROBIÓTICO



Modelo de Alimentación Macrobiótica. Dieta Estándar:

50 a 60% de la alimentación diaria deben ser cereales integrales. Cereales integrales incluyen arroz integral, cebada, mijo, avena, maíz, trigo, centeno, trigo sarraceno, cuscus, bulgur, copos de avena, copos de cebada, harinas, pan, etc. Se debe dar preferencia a los cereales en grano, en particular si hay problemas serios de salud. Ya que los cereales en forma de harinas son más difíciles de digerir, y al oxidarse pierden muchas propiedades.


Debe haber Sopa 1 o 2 veces al día. Las sopas son en general de verduras, pero pueden también incluir cereales, legumbres, algas, pescado... Una sopa particularmente aconsejada es la Sopa de Miso, debido a los efectos benéficos que el Miso (pasta de soja fermentada) tiene en la regeneración de la flora intestinal.

25 a 35% de verduras variadas. Las verduras deber ser cocinadas de diferentes formas. Pero es importante que algunas está cocinadas durante mucho tiempo, y otras levemente o consumidas en forma de ensalada cruda. Verduras de uso diario incluyen: cebolla, zanahoria, calabaza, brócoli, col, perejil, nabo, coles de Bruselas, champiñones y setas, germinados, nabizas, berzas ... Verduras como la patata, los tomates, las berenjenas, son generalmente desaconsejados, o se deben usar muy ocasionalmente si se tiene una buena salud.

10 a 15% de la alimentación legumbres, y derivados de las legumbres y algas. Las legumbres incluyen garbanzo, lentejas, azukis, judías blancas, pintas, y todas las legumbres disponibles en los diversos climas. Derivados de las legumbres como tofu, tempeh, natto, seitan (en este caso es una derivado del trigo, pero es un alimento con un alto contenido proteico, por eso se incluye en éste apartado) pueden y deben también ser usadas regularmente. Las algas fueron durante muchos años utilizadas en diferentes culturas y se utilizan en pequeñas cantidades, cocinadas con verduras, legumbres o cereales. Las algas para uso regular tienen nombres como wakame, kombu, aramé, hiziki, nori entre otras.


Además de los alimentos mencionados antes, la dieta macrobiótica Standard incluye en cantidades variables los siguientes alimentos:

Semillas y frutos secos – semillas de sésamo, de calabaza, de girasol; avellanas. Almendras, nueces, piñones.

Frutas de estación y del área geográfica en que vivimos – manzanas, peras, albaricoques, melocotones, castañas, melón, sandía, uvas, etc.

Pescado, preferiblemente blanco – merluza, lenguado, rodaballo, dorada....

Bebidas diversas, en especial tés tradicionales, cafés de cereales, zumos de verduras o frutas. Si se tiene una buena salud, o en situaciones especiales una pequeña cantidad de bebidas alcohólicas, como cerveza, vino o whisky de malta.

Aceites y condimentos como aceite de sésamo, de girasol, de maíz, condimentos como vinagre de arroz, vinagre de ciruela umeboshi, gengibre, algunas hierbas aromáticas... Los aceites deben ser de primera presión en frío y no extraídos a altas temperaturas con disolventes químicos a base de petróleo (como la mayoría de los aceites del mercado).

Condimentos para uso de mesa, aunque se utilizarán en muy pequeñas cantidades, son bastante importantes, en especial si hay problemas de salud; Los codimentos principales son gomásio (semillas de sésamo con sal), umeboshi (pickle de ciruela), tekka (condimento producido a partir de diferentes raíces), semillas de sésamo, condimento de cebollinos, etc.



En la práctica macrobiótica se considera que los alimentos a evitar o a usar muy esporádicamente son: carnes rojas o blancas, huevos, productos lácteos, azúcar, verduras o frutas de origen tropical, café o té negro, alimentos refinados y con química.


La parte más importante del régimen macrobiótico es la cocina. El modelo alimenticio aquí descrito es extremadamente sabroso y variado, si la practica en la cocina es apropiada. Aunque también puede ser bastante austero y sin sabor si la práctica no está bien confeccionada. Por eso es aconsejable asistir a las clases de cocina, consultar libros de cocina, pedir ayuda a personas más experimentadas...En cualquiera de los casos, comenzar a utilizar diariamente cereales integrales, verduras y legumbres en su alimentación, puede contribuir en una mejora de su salud y su calidad de vida